Mallorca es uno de los lugares más paradisíacos y hermosos del Mediterráneo, y es que tiene de todo: playas de ensueño, montañas y picos, pueblos encantadores y mucha historia que contar. Tanto si te van las aventuras como si buscas un lugar tranquilo en el que descansar y desconectar, Mallorca es para ti. Y para que te hagas una idea de todo lo que hay que ver en Mallorca, te traemos esta pequeña lista de 4 lugares que no te puedes perder para abrir boca.

Índice

Qué ver en Mallorca cuando visites la isla

Mallorca tiene cientos de lugares que ver y que visitar, pero aquí te presentamos los 4 lugares y monumentos de Mallorca que no puedes perderte.

La Catedral de Palma: La Seu

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La Catedral de Palma, conocida como La Seu, es uno de los monumentos más queridos de Mallorca. Esta impresionante catedral gótica está situada a orillas de la bahía de Palma, y antes de ser catedral fue una mezquita dedicada a Medina Mayurca, la derribaron en 1229 para ser dedicada a Santa María.

Estamos seguros de que por fuera te va a parecer un edificio de época impresionante, con muchos ventanales y rosetones —por eso también se le llama La Catedral de la Luz—, pero su interior te va a impactar todavía más. En concreto, su altar mayor, diseñado por Gaudí, y su hermosa capilla decorada por Miquel Barceló. Da igual si buscas qué ver en Mallorca en 3 días o en 10, La Seu es parada obligatoria.

Además, el edificio tiene tres puertas de entrada que tienes que cruzar: el Portal del Mirador, el Portal Mayor, de estilo renacentista, y el Portal de l’Almoina, en el que destaca una estatua de un ángel con las alas desplegadas. Ah, y hay algo que tampoco puedes perderte si visitas La Seu: sus terrazas con vistas panorámicas a la ciudad y al mar.

Cuevas del Drach: un impresionante mundo subterráneo

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Las Cuevas del Drach están en Porto Cristo y son una de esas maravillas naturales que te hacen viajar a Mallorca, sobre todo si eres aficionado a la espeleología. En las Islas Baleares hay infinidad de cuevas —más de 200— pero pocas de ellas están abiertas al público y perfectamente adaptadas como estas.

Son cuatro: la Cueva Negra, la Cueva Blanca, la Cueva de Luis Salvador y la Cueva de los Franceses. En ellas podrás ver muchas estalactitas y estalagmitas, pasear por sus túneles y también disfrutar de un pequeño concierto de música clásica —«Barcarole, Les Contes D’Hoffmann» compuesta por Jacques Offenbach— para, después, subirte en una barca y cruzar uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo, el Lago Martel, que tiene 117 metros de largo, 30 metros de ancho y una profundidad de entre 5 y 12 metros —dependiendo de la época del año—. Además, hay unas formaciones rocosas de color azul turquesa en el fondo del lago que probablemente no habrás visto nunca, son extremadamente brillantes.

Ten en cuenta que en la cueva hay una concentración de humedad muy alta. Lo ideal es que te lleves ropa de abrigo y un buen calzado. El recorrido está adaptado, pero no deja de ser resbaladizo. Con esto, ya estás listo para disfrutar de las Cuevas del Drach, uno de esos lugares que hay que ver en Mallorca, de libro. Las entradas cuestan menos de 20€ y puedes conseguirlas aquí.

Valldemossa: un pueblo encantador

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Valldemossa es un pintoresco pueblo situado en la Sierra de Tramuntana —Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO—, a apenas 25 kilómetros de Palma, y también es uno de esos lugares que hay que ver en Mallorca sí o sí. Tiene calles estrechas y adoquinadas, casas de piedra, contraventanas de colores y muchos jardines cuidados con mimo y dedicación; vas a ver un montón de maceteros y plantas por todas partes.

Aunque este encantador pueblo es famoso por otra cosa, por la Cartuja de Valldemossa, un antiguo monasterio de la Orden de los Cartujos que después pasó a ser hotel. En él se hospedaron personalidades como el compositor Frédéric Chopin y la escritora George Sand, a quienes les han dedicado un museo: El Museo Frédéric Chopin y George Sand, que tampoco tiene desperdicio.

Otras cosas que hay que ver en Mallorca si estás en Valldemossa son el Palacio del Rey Sancho, el Mirador de Miranda dels Lledoners, la Iglesia gótica de Sant Bartomeu, la Casa natal de Santa Catalina Tomás o la Ermita de la Santísima Trinidad.

Y después de recorrer la ciudad, puedes tomar algo, comer o bien cenar en la vía principal de la ciudad, Blanquerna, donde se concentran casi todos los bares y restaurantes. O mejor aún, recorrer unos kilómetros y tomarte un descanso en su puerto con vistas al Mediterráneo y darte un baño en Sa Marina de Valldemossa; una playa preciosa.

Cabo Formentor: los paisajes y vistas más impresionantes al Mediterráneo

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Todos los lugares que hay que ver en Mallorca tienen algo especial y diferente, y el Cabo de Formentor no podía ser menos. Es uno de los parajes más espectaculares de la isla por sus impresionantes vistas al Mediterráneo y también por poseer una de las mejores playas de Mallorca. Comparte nombre con el cabo y es una verdadera belleza con aguas cristalinas, arena blanca y muchos pinos verdes rodeándola. Además, cerca también hay muchas calas que merecen la pena como Pi, Murta, Gossalba o Bóquer.

Aunque el mejor punto para disfrutar de las vistas es el Faro de Formentor, ubicado en un acantilado al que en verano no se puede acceder en coche. Eso sí, desde la playa podrás coger un autobús para llegar hasta allí y disfrutar de una de las mejores puestas de sol de Mallorca.

Ven a explorar Mallorca de arriba abajo

Sabemos que no basta con leer este listado de los 4 mejores lugares que hay que ver en Mallorca para creernos, hay que vivirlos en primera persona. Así que no te quedes solo con las palabras; ven y descubre por ti mismo la magia de esta isla.

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